Lo saben aquellos que han sufrido un accidente y tienen que aprender a caminar otra vez; empresas al borde de la quiebra que logran reinventarse; familias que han perdido a un ser querido y tienen que adaptarse al hueco que deja su ausencia.
No es fácil hacer como si nada hubiera pasado. Sabemos que la vida debe continuar, pero nos duele. Ya no somos los mismos, y nos resulta muy complicado vivir en la nueva realidad.
Tenemos muchas preguntas sin respuesta, heridas que no se cierran y emociones que vienen y van.
Sentimos miedo a enfermar, a morir o a que otros mueran, al futuro, a no tener control de nada, a no ser capaces de volver a estar bien…
Nadie nos comprende, y las palabras no alivian nuestra tristeza e inseguridad.
Necesitamos ayuda porque no podemos salir de esto solos; alguien que nos entienda, que sepa por lo que estamos pasando y no nos juzgue; que nos escuche; que nos dé su mano y nos ayude a levantarnos; alguien que nos acepte y nos dé el valor para comenzar otra vez.
Ese alguien se llama Jesús. Es el único que puede ayudarte. Venció a la muerte y hoy te invita a acudir a él: Venid a mí todos los que estáis cargados y agobiados y yo os daré descanso.
Venid a mí todos los que estáis cargados y agobiados y yo os daré descanso.
Por muy fuerte que sea tu dolor, Jesús te puede dar consuelo y esperanza. Él llega donde nadie más puede llegar; quiere ayudarte, permanecer a tu lado y cuidar de ti.
Dios te ama de forma incondicional y lo demostró al entregar a su hijo Jesucristo por ti. Su amor te permite hoy empezar de nuevo.
Dios te creó, escogió tu ADN y te hizo tal como eres. Te conoce mejor que nadie; está escribiendo tu historia y por cierto, aún no la ha terminado. Tiene un plan contigo desde antes de la fundación del mundo, y nada ni nadie lo impedirá.
Dios no tiene principio ni fin, es eterno, y ha puesto eternidad en tu corazón. La vida no se termina aquí, pues has sido creado para vivir para siempre.
La Biblia dice que si confías en Cristo, te conviertes en una nueva persona; la vida antigua pasa y comienza una vida nueva. Si buscas a Jesús, él puede cambiarlo todo y darte un futuro completamente nuevo y emocionante.
Jesús quiere ayudarte a empezar de nuevo, pero esta vez tienes que confiar en él y no en tus propias fuerzas. Si se lo pides, te restaurará, pues es experto en ayudar a personas como tú y yo a comenzar otra vez.
Jesús quiere ayudarte a empezar de nuevo, pero esta vez tienes que confiar en él y no en tus propias fuerzas.
Jesús ha prometido estar contigo. No tienes por qué seguir luchando solo. Pídele que te perdone, que te ayude a empezar de nuevo y que haga de ti una persona diferente.
¿Por qué no lo haces ahora mismo?
¿Por qué no lo haces ahora mismo? Habla con él, con tus propias palabras, sabiendo que te escucha. Dile algo así como: Jesús, tú sabes mejor que nadie lo que he sufrido. No tengo fuerzas ni energía, pero necesito empezar de nuevo. Perdóname, limpia mi corazón y ayúdame, porque solo no puedo. Gracias por morir por mi en una cruz y por ofrecerme vida para siempre. Te necesito. Ven a mi vida y llénala de sentido. Amén.
Jesús te invita a empezar de nuevo
- Necesitas nacer de nuevo. Juan 3:7
- Yo he venido para que tengáis vida, y para que la viváis plenamente. Juan 10:10
- Os dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón, una paz que el mundo no puede dar. No os preocupéis ni tengáis miedo. Juan 14:27
- Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá. Juan 11:25
- Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Mateo 28:20